Actualmente existe una creciente demanda social y política de apoyo psicosocial cuando se produce una situación traumática, especialmente en eventos evaluados como catastróficos, considerados como potenciales generadores de daño psicológico.
Dicha necesidad es genuina; ante cualquier crisis vital, se producen secuelas psicológicas que en la mayoría de los casos son temporales, pero necesitan del apoyo psicológico profesional para no desarrollar patologías graves. Los Primeros Auxilios Psicológicos (P.A.P.), serán el conjunto de estrategias puestas en marcha de manera inmediata por los profesionales capacitados tras un suceso crítico y que están orientadas a prevenir o disminuir consecuencias negativas en la salud mental de los afectados.